La maldición del Nou Congost continúa
Son ya 17 las veces que el UCAM Murcia ha perdido en el feudo manresano. Un encuentro donde el nivel de acierto local fue superior y la defensa universitaria no logró ser igual de solvente que en otras ocasiones.
La salida a pista del UCAM Murcia fue posiblemente la más enchufada en lo que llevamos de competición fuera de casa. Tras el mal encuentro en Vitoria, los jugadores tenían muy claro que la defensa tenía que imponerse al ritmo de su rival desde el comienzo. Facundo Campazzo muy activo robando balones en primera línea de pase y Radovic, que por primera vez entraba de inicio, se postulaba como buena opción en ataque, aprovechando su calidad en el poste bajo.
Cuando se producían errores en ataque, enseguida se cortaban las contras mediante faltas. Los primeros compases eran para el equipo de Katsikaris, que con buenas acciones de Kelati y Campazzo, se ponía por delante en el marcador. Pero pronto llegaría el show de Thomas. El base americano anotaba de forma compulsiva y con un gran nivel de acierto finalizaba el primer cuarto con 10 puntos. Junto a Musli y Simon, lograban que el ICL Manresa se pusiese por delante en el primer periodo 21-17.
En el segundo cuarto no mejoraron las cosas. El equipo universitario se mostraba muy desacertado en ataque, mientras que a su rival le entraba todo. Se consiguió cerrar mejor el juego interior del conjunto catalán, pero entonces fueron los exteriores los que no perdonaban. Con el 33-22, el UCAM Murcia reaccionó de la mano de Campazzo. Endosaron a los locales un parcial de 0-10 para ponerse a uno. Lástima que las últimas jugadas antes de llegar al descanso fueron para Manresa. La fortuna les sonrió para ponerse 41-34 antes de comenzar el tercer cuarto.
Mucho mejor le fueron las cosas al UCAM Murcia en la reanudación. Aunque durante los primeros compases del tercer cuarto, continuó por detrás en el marcador, llegó al cuarto final por delante. Campazzo, Kelati y Radovic finalizaban los ataques universitarios de tres en tres. Un tres más uno de Kelati, fue clave psicológicamente para poder pasar a su rival.
Por llegar estaba un final apretadísimo. En los compases finales, Campazzo asumió toda la responsabilidad en ataque. Pero en defensa, las faltas mermaron al UCAM Murcia. A través de los tiros libres, el equipo catalán se impuso por 77-69 y mantiene la imbatibilidad con el conjunto murciano actuando como local. La maldición del Nou Congost continúa.